Los pisos flotantes están dentro de la familia de los revestimientos de madera y tienen la virtud de lograr una apariencia muy real de la veta natural. Además, por su facilidad de instalación, son muy recomendables para mejorar y darle una nueva imagen al piso de tu hogar. Para que conozcas sus características y usos, te enseñamos cómo elegir piso flotante.
Es un aspecto fundamental a la hora de elegir, existe una gran variedad de colores y acabados para diferentes espacios y estilos. Acá encontrarás datos que te ayudará en la elección.
Claros: Dan más luminosidad y aumentan la sensación de amplitud. Los grises se caracterizan por su magnetismo y encajan en cualquier ambiente. Los beiges dan protagonismo a la madera y combinan perfectamente con todos los estilos.
Oscuros: ofrecen un toque de distinción. Ideales para decoraciones étnicas o ambientes minimalistas.
Más naturales: recrean la madera, ofreciendo un estilo rústico. Envuelven tu hogar con la calidez de maderas como el roble o el pino.
Tonos especiales: imitan otros materiales como el metal, la piedra o la cerámica.
Liso: da al suelo un aspecto ligero y es suave al tacto.
Poro: posee un brillo de aspecto satinado y un poro clásico.
Estructurado: marcado acabado de relieve poroso no acorde a la veta de la madera. Ideal para decoraciones rústicas.
Sincronizado: relieve poroso que reproduce fielmente la veta y los poros de la madera en cada lama.
Está fabricado de fibras de madera prensada, puede ser de MDF o HDF, que es una madera compactada a alta densidad. Esta diferencia en las maderas hace que exista piso flotante para tráfico residencial y tráfico intenso. Ambos están compuestos por 4 capas:
Formada por una película de melamina transparente y protectora, también llamada overlay, muy resistente y que, según su espesor, agrega resistencia al tráfico y la abrasión.
Película o lámina decorativa que imita a la madera, es una impresión digital sobre papel. Está impregnada de resinas melamínicas que se prensan junto con la primera, para formar una superficie a prueba de desgaste.
Tablero de fibra de alta densidad diseñado para dar una resistencia adicional al impacto. Está compuesto principalmente de aglomerado.
Es la contracara del producto, tiene una lámina estabilizadora y se fabrica en una fibra impregnada de resinas melamínicas. Se aplica en la parte inferior de la tabla para darle al piso una mayor estabilidad estructural y resistir la humedad que pudiera prevenir del suelo.
Debes medir el largo y ancho de la superficie. Esto dará como resultado el área que se mide en m2, cifra que se debe dividir en el rendimiento que se señala en cada caja y que cambia según el modelo. El largo de la tabla varía en función de los modelos, pero el estándar oscila entre 1.280 y 1.350 mm, con anchos de 150 y 180 mm.
Úsalos en espacios interiores y libres de humedad, como el dormitorio, living comedor, escritorio, pasillos, oficinas, tiendas, entre otros.
La humedad de ambas maderas debe ser similar, para evitar que se produzcan migraciones de humedad y variaciones dimensionales.
No es aconsejable, ya que estos pisos necesitan una buena aireación y ventilación para su correcto mantenimiento.
Las habitaciones donde se instale deben estar sin muebles y guardapolvos. Además, revisa que el modelo de piso laminado que elijas tenga las molduras de terminación para los guardapolvos, cubrejuntas y cuarto rodón.
Puede ser necesario rebajar la hoja de la puerta para que no raspe el piso flotante. Para verificar si esto es necesario, pon un panel de piso sobre la espuma bajo la puerta. Verifica que la puerta cierre y abra libremente.
Si colocas las tablas en la misma dirección que las fuentes de luz natural, conseguirás una sensación de amplitud en el espacio. En un pasillo conviene respetar el sentido del paso.
