Heráclides ya no soporta que Tomás se ría de él, ni que lo amenace con sus amigos que le hacen caso en todo. Heráclides no se atreve a contárselo a nadie
Heráclides ya no soporta que Tomás se ría de él, ni que lo amenace con sus amigos que le hacen caso en todo. Heráclides no se atreve a contárselo a nadie