Los rodamientos rígidos de bolas son el tipo de rodamientos más habitual
y son especialmente versátiles. Tienen una baja fricción y están
optimizados para un nivel de ruido bajo y baja vibración, lo que permite
altas velocidades de giro. Soportan cargas radiales y axiales en ambos
sentidos, son fáciles de montar y requieren menos mantenimiento que
otros tipos de rodamientos.