El 4 de marzo de 2011, a Miki Roque le diagnosticaron un tumor maligno en la pelvis. Fallecio casi 16 meses despues, el 24 de junio de 2012, con solo 23 años. Durante ese proceso delicado, repleto de emociones, el futbolista del Betis lidero de principio a fin cada una de las decisiones, fue dejando mensajes, enseñanzas, valores y transmitiendo una energia superior. Nunca separo sus sueños de la realidad, busco armonizar cada uno de los dias y, en distintas situaciones, hasta logro transformar un dolor extremo en belleza.