Procede fundamentalmente de polvos de origen volcánico. Su color se debe a su alto contenido en oligisto ( hematita), a los óxidos de hierro y cobre.
Es de las arcillas más grasas, teniendo menos capacidad absorbente.
Además de sus fines cosméticos, este polvo fino de tonos rojizos se utiliza para elaborar todo tipo de artesanías, recibiendo en este caso nombres como arcilla de alfarería o manualidades y/o para loza.