Una gama completa a base de ingredientes de origen natural: aceite de monoi y aceite de karité para cuidar el cabello seco y estropeado. ¿El resultado? El cabello queda nutrido, luminoso, suave y con un olor increíble.
El aceite de monoi es el aceite resultante de impregnar los pétalos de las gardenias tahitianas, también conocida como flor de Tiaré, en aceite de coco. Estas flores de color blanco son muy similares al jazmín tanto por su apariencia como por su embriagador y potente aroma, que perfuma el aceite.En la actualidad el aceite de monoi puro procedente de Tahití está considerado como un “elixir” de juventud y se emplea en muchos rituales de belleza tanto en la piel como en el cabello por sus propiedades hidratantes, calmantes y antiedad.