Su origen se remonta al siglo XII, según explica History Channel. Durante la Edad Media era habitual hacer sangrías a las personas que estaban enfermas. Este procedimiento consiste en realizar un corte en una vena para drenar la sangre. Era una manera común de tratar distintas enfermedades, desde la peste a un dolor de garganta. Los monjes solían ser los encargados de este proceso, pero los barberos los asistían en ocasiones, ya que eran personas hábiles con instrumentos afilados.

El papa Alejandro III prohibió al clero seguir haciendo sangrías en 1163. Por otro lado, los médicos consideraban que era algo demasiado simple para ellos, por lo que los barberos sumaron esta práctica a los servicios que ofrecían. También añadieron otras cercanas a la medicina, como extraer dientes, colocar huesos y sanar heridas.

El poste tricolor de los barberos está relacionado con este asunto. El rojo representa la sangre, mientras que el blanco viene de los vendajes usados para detener las hemorragias, que se colgaban en un poste para que se secaran.

Estos dos colores eran los que se usaban tradicionalmente en las barberías de Europa, pero en las de América se sumó también el azul. Una teoría apunta a que simboliza las venas, aunque hay quienes lo interpretan como un guiño a la bandera estadounidense. Además, se dice que el poste representa el palo que los pacientes tenían que apretar durante el procedimiento para que las venas se marcaran.