La última novela de Vladimir Nabokov: una summa de su proyecto narrativo y una despedida por todo lo alto. «¡Mira los arlequines!», le dice su tía abuela a Vadim cuando es un niño: «¡Vamos! ¡Juega! ¡Inventa el mundo! ¡Inventa la realidad!». En ese episodio infantil, la tía abuela parece animar a Vadim a elegir la profesión que escogerá: la de escritor, inventor de ficciones, de mundos. Ahora Vadim es un anciano al que le ronda la muerte y que evoca su vida: su infancia en el San Petersburgo prerrevolucionario, su posterior periplo por Europa y Estados Unidos, sus cuatro esposas y su hija, su extraña enfermedad, sus novelas... Publicada en 1974, esta es la última novela de Nabokov, y tiene mucho de compendio de su universo literario y broche final a su obra. El autor propone un despliegue de seductores malabarismos a modo de sugestivo repertorio de su arte: un narrador no siempre fiable, un seductor y perverso juego entre la realidad y la ficción...
Traducción de Enrique Pezzoni Rústica sin solapas / 13,5 x 20,5 cm / 272 págs.