André Malraux retrató las grandes crisis del siglo XX en novelas como La condición humana, La esperanza o El tiempo del desprecio. Pero él mismo fue un personaje tan fascinante como los de su narrativa, y en La soga y los ratones, segundo batiente de las memorias tituladas El espejo del limbo, presenta la novela de su vida, centrada esta vez sobre todo en sus años de madurez y sus mandatos como ministro de Cultura de la Quinta República francesa. Desbordante, lírico y en última instancia inclasificable, el conjunto contiene un testimonio privilegiado de su tiempo, con retratos de primera mano de figuras como Mao o De Gaulle y diálogos implícitos con la plana mayor de la intelectualidad francesa.