Sirven, al igual que las fijas, para apretar y aflojar tornillos y tuercas . Se diferencian de las llaves fijas en que su boca presenta dos partes; una fija y otro móvil. La parte móvil puede desplazarse hasta conseguir la abertura necesaria para ajustar con el tornillo o tuerca a roscar o desenroscar.
Fue creada por el ingeniero Edwin Budding para aflojar y apretar tornillos con cabeza de forma hexagonal. Su diseño es bastante básico y simple: la parte central y el mango están hechos en un metal resistente y firme que permite realizar la acción con una mayor facilidad.