Está formado por dos poderosos símbolos entrelazados. El primero de ellos es el círculo, el símbolo universal de la vida, el universo y las cosas eternas y el nudo de cuatro esquinas son las cuatro estaciones, a los cuatro dioses de las estaciones celtas, a los cuatro puntos cardinales y a los cuatro elementos tierra, fuego, agua y aire.Es una piedra de fuerza y protección que ayuda a absorber energías negativas y fomentar el autocontrol. Brinda estabilidad emocional y claridad mental en momentos difíciles. Promueve la toma de decisiones sabias y fortalece la perseverancia. Es útil para recuperarse de las heridas del pasado y trabajar el karma. Ayuda a conectarse con vidas pasadas y a liberar patrones negativos. Ideal para quienes buscan equilibrio, arraigo y crecimiento espiritual.